Si ya te has deleitado con las Gingerbread Cookies de mi último post, no puedes dejar pasar esta otra súper receta. Se trata del mismo sabor pero en formato bebile y combinado con café, leche y cremosa nata. El contraste de calor y frío que nos aporta la nata es un verdadero placer para los sentidos. Además, es muy apetecible en esta época de frío. Me he querido inspirar en la bebida navideña que cada año saca Starbucks, pero sin quererlo, ha quedado bastante más buena jajaja, me lo vas a confirmar???  Pruébala!!!

INGREDIENTES

Para el sirope de gingerbread (te va a dar para 5-6 raciones):

• 250 g Agua
• 220 g Azúcar moreno
• 40 g Miel de caña o Melaza
• 4 rodajitas de Jengibre fresco (yo lo compro entero, lo corto a rodajitas y lo congelo, así cuando lo necesito, ya lo tengo y no lo desperdicio)
• 10 Clavos de olor
• 10 g Pimienta negra
• 1 Canela en rama
• 2 g Nuez moscada
• 1 g Sal

Para el gingerbread latte (1 ración, en caso de que uses un vaso grande de frapuccino, en caso de usar un vaso más pequeño, adaptar medidas):

• 220 g Leche entera
• 65 g Cafe Expresso (es 1 expresso entero aprox.)
• 60 g Sirope de Gingerbread
• 150 g Nata (previamente montada con 20 g de azúcar. Esta nata te va a servir para mínimo 3 raciones, ya que no vale la pena montar nata para menos gramos, sino siempre puedes usar nata ya montada que venden en el súper, pero a mi parecer no hay nada como una nata montada en casa)

PASO A PASO

Preparación sirope:

1.Juntar todos los ingredientes, mezclar para que se integren.

2.Dejar calentando a temperatura baja (de una escala de 0 a 9, ponlo a 5-6 de potencia) durante 15-20minutos.

3.Pasar todo por un colador y listo. Recomiendo guardarlo filmado en la nevera.

Preparación latte:

4.Verter el sirope dentro del vaso.

5.Calentar la leche hasta que empiece a hervir.

6.Verter la leche bien caliente encima del sirope.

7.Añadir el expresso.

8.Terminar llenando todo el espacio que queda con nata montada.

9.Terminar con un poco de canela en polvo por encima.

CONSEJOS

Sienta genial con el contraste del café y la leche calientes, con la nata montada bien fría. Aconsejo acompañar con unas galletitas de jengibre.